La soledad, se vuelve locura
a medida que el tiempo
da vueltas a las manecillas en círculos concéntricos
alrededor de una mesa.
Pocos metros a recorrer
misma estancia que visitar,
en definitiva
esto puede convertirse en una tela de araña
que si no la cortas a tiempo
es capaz de engullirte.
La soledad bien comprendida
puede conducirnos a momentos de gozo solitario
alimentando nuestro ego,
satisfaciendo carencias de amor
bajo sabanas de lino
con literatura de alcoba
para almas solitarias.
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