Universo cultural para todas.

Un día me pregunte:
¿qué derechos tengo
para ponerle música
a palabras que me invento?.

Pregunto al albañil
si su trabajo
no es un arte,
creando huecos
para cobijarte;
y me respondo:
que la cultura
es del pueblo,
sin el pueblo
no serias nadie.

Artista vanidoso
no seas mezquino, 
creyendo que triunfar
es tú destino.

si es un privilegio
hacer lo que te gusta
compartir ideas e ilusiones
transmitiendo batallas y sinsabores

ya se te ha olvidado
que sin nosotros
no eres nadie,
solo un cero
a la izquierda
rodeado de multinacionales.

Explotan tu creatividad,
lo unico que quieren 
es exprimirte.
Eres un producto.
Tú música
ya no es tuya.

La cultura no se vende
la música no se mercadea.

¿Donde quedaron los juguetes?

Con la sonrisa torcida
recuerdo aquellas tardes
cuando jugabamos
a ser mayores

ahora ya crecidos
desengañados de la vida
vamos dando tumbos
buscando nuestro sitio

Creiamos que nos duraría
para siempre...
pero la dejamos pasar
ya era tarde
para volver a llamar

miro adelante
y veo como de nuevo
se escapa

no es escurridiza
más no tiene prisa
se siente empujada
a crecer demasiado pronto

Donde quedaron los juguetes,
esos mundos maravillosos
donde eramos los protagonistas,
¿donde se esconden las risas
que nos echabamos todos los días?

muchas veces me pregunto:
- ¿volver atras?
ya es tarde

desde esta cama solo puedo volar.
llevame contigo 
a donde nada exista,
a donde el silencio alumbra 
a la esperanza,
llevame contigo
llevame
contigo...

PPublicanos o Psoemocratas.

Vendes mi vida,
por moneda carcomida,
con palabrería en poder de escaño.
Decides mis pasos,
tratándonos como atrasos.

Me explicas tus intenciones,
con palabras inteligibles,
mírame a los ojos
si te atreves,
dime que lo has hecho,
por despecho,
por que es necesario.
Ves el sufrimiento a diario,
te has inmunizado al telediario.

Mírame a los ojos,
miénteme con palabras engatusadas,
por el bien común.

A mi querido despertador.

Ruido infernal
no se por que no he acabado
contigo antes...

Eres capaz de hacerme
caer de los lomos del placer
para dejarme los ojos como platos,
sin siquiera una disculpa,
aunque falsa sea esta.
Pienso que tu destino,
al cual te abocas sin remedio,
no sería tan sombrío,
si no te dedicaras
a joderme.

Mas siempre lo haces,
dan igual mis precisas instrucciones,
acerca de la necesidad,
perentoria de silenciar
tu presencia.

Apareces cuando no te llaman,
recuerdas insistente
tú presencia,
no queriéndote despojar,
del poder que te otorgo.

Vete,
deja el silencio
vete,
deja el tiempo,            

Libre.