Aunque sospecho que eso no te hará falta jamas. Sospecho que nuestros caminos se volverán asfalto derretido en un frío invierno tropical. Que locura te diría; pero ni a eso nos damos el placer de aspirar... ni a águilas que vuelan con peces voladores a una prudente altura. Sin dejar caer las alas en picado, sin ocultarse del miedo tras el vértigo de vernos ganadores, a las puertas del precipicio de las ideas. Si te hubiera dicho todo esto antes: ¿quién sabe si habríamos acabado aquella pequeña gota de esperanza?.
Continuara.....