2017-03-29

Por las mujeres. 1ª parte

La princesa repudiada por los suyos subió al altar desde el cual pudo divisar los caras de los asistentes, que boquiabiertos y patidifusos asistieron sin pestañear, a la lección de coraje y amor que su propio sacrificio les estaba dando. 

No siempre había sido así, no siempre fuiste venerada, no siempre tu divinidad y tu fuerza han sido motivos de orgullo. A veces cuando te miras al espejo todavía eres capaz de ver aquella niña asustadiza, rodeada de hombres. los cuales raudos y veloces cumplían con fiel servidumbre todos tus caprichos. Pensaste que ese era tu lugar, que a eso aspiraba toda mujer, un príncipe azul que te hiciera feliz y una vida dedicada a ser madre y esposa. Peinarte, bailes, sacrificios para estar guapa y radiante, una sonrisa en el rostro y llorar a escondidas por que en publico no esta bien que lo haga una señorita.
Siempre al borde del precipicio como una muñeca de porcelana que se puede romper en cualquier momento.  Como una cara porcelana precipitándose al vacío lentamente.

Continuara...