2017-04-02

Días de vino y rosas.

Un día, me levante y todo estaba perdido. No había anclas a las que asirse.
Ayer tenía casa y trabajo... hoy no se si volveré a comer caliente.

Cuando me dijeron que esto pasaría me reí con ganas. De echo me estuve riendo durante diez largos minutos sin interrupción, unas veces más estruendoso, otras más calmado. Me tuve que ausentar de mi despacho para conseguir controlar mi ataque de risa. Como iba ser posible que la economía cayera de golpe. No había motivos: cada vez se compraban más coches, cualquier chaval del barrio lucía de la noche a la mañana un flamante wolkswagen con todos los extras de fabrica, casas con hipotecas a 60 años, cuando nuestra media de vida estaba en los 73 años, Prestamos personalizados... todo eran vino y rosas.